DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.n34.11

Adriana María Ruiz Gutiérrez
Orcid ID:orcid.org/0000-0001-8588-7795
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
adriana.ruiz@upb.edu.co

Melannie Barrios Gil
Orcid ID: orcid.org/0000-0002-7047-6309
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
melannie.barrios@upb.edu.co

Resumen:

El poder es más que un enfrentamiento entre fuerzas opresoras y resistentes. Más allá de contener los cuerpos modula las subjetividades, reteniendo la memoria, la atención y la singularidad. La gubernamentalidad se sirve del control y la gestión sutil, tanto física como simbólica y discursivamente, mediante el encierro de la población. El adentro y el afuera (escuela, fábrica, cárcel, hospital y devenir), son gestionados en virtud de la repetición que impide la invención de sí mismo. Disciplina y biopoder operan como técnicas de encierro del conjunto social y, más específicamente, de un amplio segmento catalogado de peligroso para la seguridad. Una y otra son productoras de subjetividades y espacios encerrados, tal como acontece con los reclusos en las cárceles y penitenciarias, donde irrumpe también, y a pesar de todo, el instante de variación de la conducta, subvirtiendo momentáneamente la constitución y la reproducción del tiempo cronológico; el tiempo del encierro.

Palabras clave: cárcel, disciplina, Michel Foucault, seguridad, gubernamentalidad.