https://doi.org/10.25058/20112742.n40.03

Laura Guzmán Peñuela
https://orcid.org/0000-0002-4034-4903
Universidad de Caldas, Colombia
laura.guzman@ucaldas.edu.co

Resumen:

Este artículo es producto de un trabajo de observación participante con humanos y animales domésticos del resguardo indígena de Pastás, en Nariño, Colombia. Propone, en primer lugar, que los animales humanos y no humanos comparten la vida social, a la que es necesario enseñarse y está constituida por ocupaciones y desocupaciones de comida y trabajo. De ese modo, se brindan mutuamente la posibilidad de existir. En segundo lugar, plantea que los indígenas pastos saben que sus animales no se encuentran subordinados a la voluntad humana; al contrario, las intenciones de ambos suelen aparecer en clara oposición. De modo que para llevar la vida, humanos y animales deben prestar cuidadosa atención a sus compañeros y también interrogarlos. Las respuestas no son concluyentes, pero sorprenden.

Palabras clave: atención, indígenas pastos, observación participante, perros, trabajo, vacas.