DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.193

Daniel Ruiz Serna
mathom6@hotmail.com
Universidad Nacional de Colombia

Resumen:

Cuando en 1992 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo realizó la Cumbre para la Tierra en Río de Janeiro, los países del mundo entero pactaron la protección de la biodiversidad como estrategia fundamental para frenar la acelerada desaparición de especies biológicas, hábitats y ecosistemas del planeta. A partir de las principales políticas ambientales que en esta materia ha adelantado el Estado colombiano, abordaré la forma en que dichas políticas se cristalizan en una región particular: el Parque Nacional Natural de La Macarena en Colombia. El énfasis estará puesto en la forma en que los distintos actores presentes en la zona (campesinos, guerrilla, ONG y Estado) construyen, desde sus propias perspectivas, una intrincada red de significaciones sobre las causas y consecuencias que tiene el hecho de encontrarse en una reserva declarada Patrimonio Biológico de la Humanidad en 1933. Pese a que estos actores poseen interpretaciones e intereses disímiles, veremos cómo en sus discursos existe una coincidencia en cuanto los fines perseguidos (mejoramiento en la calidad de vida, desarrollo, productividad, etc.), aunque sea el arreglo a medios su principal controversia.

Palabras clave: protección de la biodiversidad, políticas ambientales, La Macarena.